Amazon se lanza a la reinvención del capitalismo

La innovación de Amazon va camino de convertirse en revolución. La compañía nacida en 1994 como una librería online extiende poco a poco sus tentáculos en todos los sectores de la economía de una manera nunca vista. La reciente compra del gigante de los supermercados Whole Foods por 12.260 millones de euros consolida el afán devorador de la empresa fundada por Jeff Bezos. El futuro de su evolución reside en una sola pregunta: ¿Qué será lo próximo?

“Tengo el mejor trabajo del mundo porque trabajo en el futuro», es la frase de Bezos que más representa su impulso innovador y a la misión que tiene por delante. Por si a alguien le quedaba alguna duda de su ambición, el pasado 16 de junio anunció su histórica entrada en el negocio de la alimentación. Una operación de este calibre era un secreto a voces en el sector ‘retail’. La amenaza más temida.

La operación hizo caer de inmediato las cotizaciones de los competidores como Supervalu (-15,43%), Kroger (-13,40%), Target (-9,31%) y Walmart (-5,23%). Esta última, la empresa con mayor facturación del mundo y la tercera en generación de empleo, respondió ese mismo día con el anuncio de compra de la plataforma de venta de ropa online Bonobos por 277 millones de euros. Una minucia comparada con el golpe de efecto de su competidora.

Los planes de Amazon para Whole Foods son todavía la gran incógnita por despejar. Por el momento, Bezos se ha hecho con la red de supermercados de productos orgánicos más deseada entre los milenials. Una señal inequívoca de a quién quiere hablar el monstruo de la distribución. Un puesto al que ha llegado gracias al desarrollo imparable de una potente red logística mundial desplegada por todo el planeta. Desde hace un año, AmazonFresh ofrece el reparto de alimentos en Estados Unidos e Inglaterra.

Si se mezclan estas circunstancias, el paso predecible será ofrecer productos perecederos, como la leche o el pescado, a golpe de click y con entregas inmediatas. O quizás, transformar las tiendas en uno de sus sofisticados centros de distribución con servicio de recogida sin esperas, tras una rápida compra a través del móvil. Todo está por ver. Pero el coqueteo de Amazon con las tiendas físicas es de sobra conocido.

En diciembre, abrió Amazon Go, un supermercado sin cajeros en Seattle (Washington), donde está su sede. Esta ciudad vio nacer su primera librería física. Ya cuenta con seis. Sus planes más inmediatos son abrir puntos de venta físicos de muebles y electrodomésticos. Con la adquisición de Whole Foods, se hace con el control de 431 mercados en Estados Unidos. «Se abre una nueva era para la venta minorista de alimentos», vaticinó la consultora Oliver Wyman. «La mayor amenaza estratégica» para cualquier comercio tradicional, añadió.

El camino recorrido

En sus casi 22 años de existencia, Amazon ha saltado de un sector a otro a golpe de adquisiciones, inversiones y de adaptar su estructura interna a los cambios del mercado. Ha entrado en el negocio de las farmacéuticas, del transporte, de la prensa, de la producción cinematográfica, de las comunicaciones y del automóvil, entre otros. Desde la invención en 2007 del libro electrónico, Kindle, el producto más vendido de su historia, no ha parado de innovar. Y de copiar. Con éxito.

Su evolución no se parece en nada a otros gigantes tecnológicos como Google, Apple o IBM. Lo suyo es la diversificación. La integración de productos y de experiencias. La competencia directa con todo negocio que funcione bien. Y la innovación. Bezos ha lanzado su compañía de vuelos al espacio Blue Origin, ha desarrollado su asistente de voz Alexa con inteligencia artificial, la misma técnica que aplica para el desarrollo de coches sin conductor.

Todo desde una web que se ha convertido en la historia de más éxito de internet. La última versión de su servicio de música en streaming, Amazon Music Unlimited, se construyó en su plataforma inicial, Amazon MP3, abierta hace una década, para competir con Spotify. Su reciente estreno en la producción cinematográfica surgió de una plataforma de crowdsourcing creada en 2010 para apoyar a aspirantes a guionistas. Ahora se llama Amazon Studios y ha comenzado a competir con HBO y Netflix, a través de la plataforma de streaming Prime Video.

El éxito en este sector le ha llegado rápido con las seis nominaciones y dos galardones conseguidos en la pasada edición de los Oscar por la película ‘Manchester by the sea’ y las nominaciones recibidas por el largo ‘Paterson’ del icónico directo Jim Jarmusch. La serie Transparent ha recibido dos Globos de Oro y cinco Emys.

El negocio de la moda

El negocio de la moda tampoco se le resiste, Amazon es ya el segundo mayor vendedor de prendas de vestir en Estados Unidos, según Morgan Stanley, por detrás de Nodstrom. La idea de entrar en este sector surgió después de sus experimentos en la venta de muebles de exterior (2004), artículos para el hogar (2008), accesorios electrónicos (2009), pañales (2014), productos de comercio justo (2015) y su última novedad, una plataforma de productos artesanales.

De esta forma, Amazon consiguió en 2016 dar un nuevo golpe de autoridad al sumar un beneficio neto de 2.371 millones de dólares, cuatro veces más que las ganancias registradas el año anterior. La gran amenaza que se cierne sobre la compañía es la posibilidad que su omnipresencia se convierta en un monopolio demasiado poderoso que trascienda a varios sectores de la economía. Una novedad que las eyes antimonopolio de Estados Unidos no son capaces de soportar.

Por el momento, Bezos ya se ha convertido en la segunda persona más rica del mundo, sólo por detrás de Bill Gates, según Forbes. El mismo día de la compra de Whole Foods pidió ideas a sus seguidores de Twitter para donar su fortuna a causas solidarias a corto plazo. «Estoy pensando en una estrategia de filantropía contraria a lo que normalmente hago que es trabajar a largo plazo», dijo el ejecutivo.

Sin esperar a ese mañana, el día después de la operación, Amazon anunció que estudia la adquisición de la plataforma de mensajería para empresas Slack. De hacerse realidad, la compañía de Bezos entraría de lleno en competencia con Microsoft y Google. Ha pisado el acelerador.


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