El nombre del BBVA no volverá a dar la bienvenida a los espectadores de la mayor liga de baloncesto del mundo. El contrato de la entidad financiera española con la NBA finaliza este sábado tras siete años de colaboración. Ambas partes han decidido no renovar el acuerdo firmado en 2010, que supuso el primer patrocinio de una empresa española a una competición deportiva de repercusión global.
La aventura americana de la entidad presidida por Francisco González comenzó a ser una realidad en 2007 cuando el banco adquirió el Compass Bank y tras la compra de tres entidades tejanas. La estrategia de consolidación mundial del BBVA pasaba entonces por Estados Unidos y, para ello, necesitaba un socio que pusiera su nombre en boca de todos. Fue así como la entidad española se convirtió en el banco oficial de la NBA.
En septiembre de 2010, BBVA firmó el contrato como patrocinador oficial de las ligas masculina y femenina del baloncesto estadounidense por cuatro temporadas. Los cerca de 100 millones de dólares que pagó le otorgaron los derechos de la NBA en España, Estados Unidos, Puerto Rico, México y Argentina. Esta operación se sumó al partrocinio de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) firmada en agosto de 2006. Con estos dos acuerdos, la entidad se ganó el sobrenombre del ‘banco del deporte’.
Cuatro años más tarde, la entidad financiera española revalidó la alianza con el baloncesto mundial por otras tres temporadas a 20 millones de dólares cada una y amplió los derechos a Turquía. El punto y final de la liga 2016-2017, a principios de junio, marcaba el final de la segunda etapa y ambas partes han decidido no renovar por tercera vez, según confirmaron a bez.es fuentes de la liga de baloncesto estadounidense y de la entidad española. El contrato queda extinguido de forma oficial este sábado.
Patrocinios locales
«El banco está dejando de llevar a cabo patrocinios deportivos globales para concentrarse en los locales», explican fuentes del BBVA. La entidad financiera seguirá con las alianzas con equipos concretos como el San Antonio Spurs de Pau Gasol o el Cleveland Cavaliers. Este último se acaba de proclamar campeón de la liga de baloncesto estadounidense por primera vez en sus 46 años de existencia, al vencer a los Golden State Warriors en la final del pasado 1 de junio celebrada en Oakland (California).
Dos meses antes de esta victoria, la filial estadounidense del banco, BBVA Compass, con 666 sucursales en todo el país, se convirtió en sponsor de este conjunto que tiene entre sus filas al astro LeBron James. Su estrategia de marketing deportivo pasa por continuar con colaboraciones puntuales con jugadores, como el realizado en octubre de 2015 con Kevin Durant, actualmente en el Golden State Warriors, y James Harden de los Houston Rockets. Las dos estrellas de basket protagonizaron un anuncio rodado en la azotea del edificio del BBVA en el madrileño Paseo de la Castellana con motivo de la renovación de la alianza con la NBA.
La marcha del BBVA no afectará a la NBA. Según explicaron fuentes de la liga estadounidense, no tendrán complicaciones para cambiar un patrocinador por otro para continuar con la buena racha que presentan sus cuentas. La NBA es la liga deportiva profesional más rica del mundo. En la temporada 2015-2016, ingresó un total de 799 millones de dólares de por patrocinios, lo que supuso un aumento del 4,5% respecto a la competición anterior, según las últimas cifras recogidas por el IEG Research. La aseguradora State Farm es el patrocinador con mayor presencia en la NBA, seguida de la cervecera Anheuser-Busch, Adidas, Gatorade y la innovadora compañía de videojuegos de apuestas FanDuel.
Marcha de la Liga Española
La retirada del BBVA de la NBA coincide con el reciente abandono del patrocinio de las ligas españolas de fútbol de Primera y Segunda División (Liga BBVA y Liga Adelante, respectivamente), que ostentaba desde la campaña 2008/2009. La última renovación del contrato, firmada en 2013, costó a la entidad más de 40 millones de euros. Estas dos decisiones forman parte del rumbo tomado por el banco tras la llegada de Carlos Torres, como consejero delegado en sustitución de Ángel Cano, en mayo de 2015.
Torres recogió las quejas de una decena de directivos de la entidad que no veían clara la rentabilidad de estos patrocinios millonarios. El fin de la temporada deportiva les ha permitido no activar las cláusulas de renovación de los contractos. Desde el BBVA encuadran estas marchas dentro de su apuesta por la transformación digital a nivel mundial. «La estrategia es tratar de impactar de una manera más personalizada y segmentada», explican.
Por este motivo, aseguran, continuarán poniendo dinero en equipos de fútbol como hacen con el Boca Juniors y el River Plate argentinos. Sin embargo, el pasado mes de marzo, el BBVA dejó de patrocinar al Real Madrid, después de seis años, y fue sustituido por CaixaBank. El segundo banco español por tamaño renuncia así su título deportivo mundial.