El negocio del ADN arrasa en EEUU

Casi tres millones de personas han visto un video en Internet en el que un grupo de desconocidos se someten a un test de ADN para determinar la procedencia de sus ancestros. Los resultados dejan a todos boquiabiertos.

El experimento descubre entre los ‘conejillos de indias’ a una pareja de primos, un hombre de raza negra con orígenes en Europa del Este o un inglés anti alemán declarado con un 5% de sus genes exportados desde ese país. Este video viral no es un alegato por la fraternidad global, sino una campaña de publicidad de Ancestry, el gigante de los test de ADN en Estados Unidos.

La última moda en el país y la prueba de que el negocio de la información genética está en plena ebullición.Las empresas que comercializan estos test genéticos ingresaron en 2014 el récord de 2.600 millones de dólares (2.456 millones de euros), según un informe elaborado por Gand View Research. Las previsiones para 2022 estiman un valor de 10.040 millones de dólares (9.486 millones de euros) para el sector.

Por unos cien dólares (95 euros) y una muestra de saliva o sangre, estas compañías ofrecen al gran público, además de determinar el recorrido del árbol genealógico, calcular la edad celular con fines saludables, predecir las probabilidades de quedarse embarazada o medir lapredisposición a enfermedades como el cáncer o el alzheimer. Son algunas de las aplicaciones que han popularizado estos test.

Pruebas de ADN en casa

El negocio de la genética ha abandonado el laboratorio para convertirse en un producto de consumo más. «Una vez que estas compañías obtengan la fórmula correcta, pueden ser muy, muy exitosas», comentaba en 2008 Quintin Lai, analista senior de investigación de Robert W. Baird & Co, a la revista Forbes.

Cinco años antes, el Proyecto del Genoma Humano lograba la secuencia completa del ADN. El futuro se abría la medicina personalizada, pero también a un tortuosocamino de problemas éticos y legales que han dificultado la financiación.

Por este motivo, el triunfo comercial ha llegado con ofertas destinadas a cubrir dos de las grandes obsesiones de los estadounidenses: sus orígenes familiares y la eterna juventud. Nada que ver con sofisticados diagnósticos médicos.

La combinación de los test genéticos más sencillos con el análisis de datos es la base de estas compañías. Un modelo de negocio más cercano a Silicon Valley que a los clásicos laboratorios donde se desarrollan las técnicas más avanzadas del ADN. Los clientes piden el kit por Internet, se hacen la prueba en casa, la envían y quedan a la espera de los resultados. El producto se convirtió en uno de los regalos estrella de las últimas navidades en Estados Unidos.

Las empresas

«Mi familia procede de los primeros inmigrantes europeos que llegaron a América, pero mi marido no sabía nada de sus antepasados», explica Betsy, de 55, que convirtió a su esposo en cliente de Ancestry las pasadas fiestas navideñas. «Es medio ruso, polaco e italiano», comenta. Más de tres millones de personas se han sometido ya a este test. En el cuarto trimestre de 2016, vendió más de 560.000 kits, según datos de Ancestry. La empresa cuenta con 1.4000 empleados y siete oficinas repartidas por el mundo. Sus últimos resultados financieros, correspondientes a 2016, arrojan un beneficio antes de impuestos (Ebitda) de 70,4 millones de dólares (66,5 millones de dólares).

Precisamente, en Silicon Valley tienen su sede Teloyears y 23andme, las dos principales competidoras de Ancestry. La primera, fundada por un grupo de científicos ganadores del Nobel de Medicina en 2009 por su trabajo en la biología telométrica, ofrece una prueba para calcular el envejecimiento celulary modificar, según los resultados, el estilo de vida, la dieta y el manejo del estrés.

La segunda, cofundada por Anne Wojcicki, ex mujer de Sergey Brin, uno de los padres de Google, ofrece un híbrido de las otras dos.compañía al ofrecer el análisis conjunto de los antecesores con los datos de salud. 23andme se ha expandido entre los famosos de Hollywood y los jóvenes ejecutivos de las empresas tecnológicas de la bahía sur de San Francisco. Las tres llevan más de una década funcionando, pero los fondos de inversión solo se han acercado a ellas en los últimos cinco años.

Ancestry cuenta con la participación de The Permira Funds, Spectrum Equity y Ancestry Management desde 2005. En octubre de 2015, 23andme consiguió 115 millones de financiación con la entrada de fondos como Fidelity Management & Research Company, Casdin Capital y WuXi Healthcare Ventures. Entre sus planes está el desarrollo de otros productos. Todo dependerá de que las leyes se lo permitan. Por el momento, el gran negocio de la aplicación del ADN para enfermedades como el cáncer, el alzheimer o la esclerosis múltiple está en manos de los grandes laboratorios como Abbot, Roche o AutoGenomics.

 


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