Trump pone a EEUU de espaldas al mundo

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la Primera Dama, Melania Trump, anoche, durante el baile inaugural. REUTERS.

Washington/21 de enero de 2017/Publicado en bez.es

Donald Trump proclamó ayer el comienzo de una nueva era nacionalista en la primera potencia mundial. «América primero», será a partir de ahora el eslogan que guiará todas las decisiones del 45° presidente de Estados Unidos. El magnate neoyorquino de 70 años dio por finiquitado el papel que Estados Unidos ha representado en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En un discurso de 15 minutos, Trump abrió de par en par las puertas de la Casa Blanca al populismo. La ceremonia de toma de posesión celebrada en el Capitolio de Washington confirmó los temores extendidos desde su inesperado triunfo del pasado 8 de noviembre.

El nuevo presidente de Estados Unidos anunció la entrega del gobierno a la gente, al margen de derechas e izquierdas, despotricó contra las élites y culpó al resto del mundo de todos los males que afectan a Estados Unidos. Trump dibujó un país azotado por el cierre de las fábricas, plagado de drogas y sin educación. «Esta carnicería se detiene aquí y ahora», clamó desde la tribuna.

Todas las decisiones que tome a partir de ahora la Administración Trump en comercio, impuestos, inmigración y asuntos exteriores, anunció, irán en beneficio de los trabajadores y las familias estadounidenses. El nuevo proteccionismo del Estados Unidos llega para revertir la globalización. «Nunca volveréis a ser ignorados», prometió Trump, ante los cerca de 250.000 asistentes a la ceremonia, según las primeras cifras dadas por la prensa estadounidense. Una cifra muy por debajo de los 900.000 previstos.

El estado de la nación, según Trump, es el de un país que se ha olvidado de sí mismo para servir a los demás. Sin mencionar al ya ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Trump achacó las desgracias internas a la ayuda prestada en la defensa de fronteras ajenas, a la inversión en infraestructuras en países extranjeros y a la riqueza proporcionada por Estados Unidos a otros países. «Recuperaremos nuestros puestos de trabajo, nuestras fronteras, nuestros sueños», declaró sin mencionar sus posiciones antiinmigración, sus ataques a las empresas y a la OTAN.

Los asistentes

Unos anhelos que trajeron hasta el ‘National Mall’ los votantes de Trump. «Yo entiendo que hay que cuidar a todo el mundo, pero en ese viaje mucha gente se ha quedado rezagada», explicaba Caitlyn Burns, de 63 años, que había viajado a Washington desde Connecticut con su marido. El matrimonio discrepaba en la construcción del muro en la frontera de México. Él a favor, ella en contra. Ambos coincidían en el fin de la llegada de inmigrantes irregulares. «Los ilegales no son inmigrantes», pontificaba Jon Burns.

Entre el público se mezclaron los seguidores del presidente, curiosos por asistir a la ceremonia y enemigos declarados de Trump, dentro de un impenetrable cerco policial. Allí reinó la armonía. Mientras, en las calles de Washington, las más de 30 protestas convocadas acabaron con más 200 detenidos, según datos ofrecidos por la Policía. El recién estrenado presidente tuvo que escuchar los abucheos de los manifestantes que le esperaban a su paso en el desfile inaugural.

En la ceremonia, tanto unos como otros destacaron la separación de poderes que rige el sistema estadounidenses. «No creo que (Trump) vaya a hacer desaparecer los derechos adquiridos hasta ahora. No le dejarán», comentaba, Erick, un votante de Hillary Clinton de 20 años, que iba acompañado cuatro compañeros de universidad. Entre ellos, una hija de exiliados cubanos y otra de inmigrantes chinos. «El gobierno no es solo del presidente», recordaba Michael, votante de Trump, de 35 años, llegado desde Carolina del Sur con su novia. Ambos con buenos puestos de trabajo. La moderación era la tónica dominante entre los escasos asistentes. Las preocupaciones de todos, la falta de trabajo y las perspectivas de futuro.

Primeras órdenes ejecutivas

Estados Unidos inicia la era Trump partido en dos. Pero el recién estrenado presidente no llegó a Washington con el clásico mensaje de unidad de las tomas de posesión, sino con una arenga nacionalista. «Es hora de recordar ese viejo saber que nuestros soldados jamás olvidarán, que, aunque seas negro, marrón o blanco, todos sangramos la sangre roja de los patriotas”, proclamó Trump, dando una nueva vuelta de tuerca más a su discurso inflamatorio.

Antes de que transcurriera una hora en el cargo, aprobó la proclamación del Día Nacional del Patriotismo. Ese fue su primer decreto presidencial. A continuación, Trump se afanó en borrar todo rastro de su predecesor, Barack Obama. Como estaba previsto, tomó la cuenta de Twitter de la presidencia, eliminó toda la información de las políticas de la era Obama de la web de la Casa Blanca y, un día antes de lo anunciado, comenzó a desmontar el proyecto estrella del ya ex presidente, el Obamacare.

Dos horas antes del Baile Inaugural, a las 7:34 horas (1:34 de la madrugada de España), apareció por primera vez ante cámaras sentado en el escritorio del Despacho Oval. Se le vio firmar la orden a las agencias federales de renunciar, aplazar, eximir o retrasar cualquier carga fiscal del Obamacare, según el contenido del documento rubricado por Trump, donde no se especifican más detalles. Ni rastro de las medidas prometidas para reemplazar este programa de salud pública.

Otra de sus decisiones de su estrenada presidencia fue suspender la acción de última hora de su predecesor que recortaba el coste de las hipotecas a personas de bajos ingresos y a los primeros compradores, según informó Bloomberg. Esta medida iba a ahorrar hasta 500 dólares en el primer año a las personas con hipotecas de 200.000 dólares. Tampoco tuvo contrapartida. Obama vivió el comienzo del desmantelamiento de su legado político en medio de una fuerte tormenta que hizo desviar el avión en el que viajaba al aeropuerto de Riverside. Sin más incidentes, la familia al completo ya disfruta de sus vacaciones en la soleada Palm Springs (California).

Además de estas dos medidas, la nueva web de la Casa Blanca ya muestra las prioridades de la Administración Trump: «Plan de Energía de América Primero», «Política Exterior de América Primero», «Traer de Vuelta los Trabajos y el Crecimiento», «Hacer a Nuestro Ejército Grande otra Vez», «Acuerdos Comerciales para Todos los Americanos» y «En Pie por las Fuerzas del Orden». Estados Unidos y el mundo asisten hoy al primer día del Comandante en Jefe, Donald Trump.

 

 


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